En una de las primeras entradas que escribí para el blog, os contaba a que estaba jugando en ese momento. Y ya que ha pasado más de un mes desde entonces, creo que es hora de hacer una actualización que puedo ir convirtiendo en costumbre. Estos son los juegos a los que más tiempo he dedicado en el pasado mes de Junio.
Empezaré por los juegos que he dejado: Final Fantasy XII (lo cual no debería sorprender a nadie) y Clicker Heroes (un par de semanas es suficiente). He avanzado algo más en The Witcher 3 (un juegazo que me está encantando y del que os hablo aquí), y he retomado con algo más de ganas el Final Fantasy XIV aprovechando el lanzamiento de su primera expansión: Heavensward.
Final Fantasy XIV es el segundo Final Fantasy totalmente online, y supuso un gigantesco cambio de rumbo con respecto a lo visto en FFXIII (y en todas sus secuelas). Con un mundo más cercano a la espada y brujería clásica de otras entregas de la saga como FFVI, fue un juego que no comenzó su andadura con buen pie. No fue hasta el lanzamiento de la versión 2.0 que el juego empezó a remontar hasta convertirse en uno de los referentes actuales de los MMORPG.
Si bien las mecánicas siguen la estela de todos los WoW-clones, también hay que decir que lo que hace lo hace muy bien: el juego es gráficamente precioso, tiene suficiente contenido como para mantener a los jugadores entretenidos durante un tiempo y recibe actualizaciones cada pocos meses. Los desafíos que propone son bastante complicados, aunque por desgracia gran parte de la dificultad de este juego es causa del lag presente en los servidores «europeos».
La expansión ha traído un incremento al nivel máximo (ahora podremos llegar hasta 60), tres nuevas clases, varios dungeons y un par de batallas contra Primals, grandes monstruos basados en las invocaciones clásicas de la saga. Las primeras raids se anunciaron para algunas semanas después del lanzamiento de la expansión, con lo que se encuentran a la vuelta de la esquina. También podemos explorar las nuevas zonas alrededor de la ciudad de Ishgard y volar con las nuevas monturas voladoras.
Por otro lado, he logrado terminar The Legend of Zelda: Oracle of Seasons. Aproveché una oferta con este juego y su pareja Oracle of Ages para la consola virtual de 3DS, y he acabado los dos juegos para poder ver la historia completa al enlazar ambos títulos. Seasons ha sido el último que he acabado, y ambos juegos me han gustado mucho. Aunque el juego no ha sido demasiado difícil, ha tenido sus momentos desafiantes, sobre todo algún que otro puzzle de los de tirar la consola por la ventana. El jefe final, al que solo se accede tras acabar ambos juegos, también ha sido bastante complicado. Pero en general, los juegos han merecido la pena. El siguiente juego de la consola virtual que tengo en la recamara es Super Mario Land 3: Wario Land, de la Game Boy original.
No voy a acabar el apartado de videojuegos sin mencionar Pokémon Shuffle, el F2P de Nintendo al que sigo jugando un par de veces al día gracias a sus actualizaciones de contenido semanales.
Y si, también he jugado a cosas que no fueran videojuegos. Estoy jugando una campaña del juego de rol Savage Worlds utilizando la ambientación de E.T.U. (East Texas University), en la que los jugadores son universitarios que tienen que sacarse una carrera en un campus plagado de misterios sobrenaturales. Tiene un aire a Buffy genial y las partidas están siendo muy interesantes.
Lo que he podido jugar menos ha sido a juegos de mesa. Lo más destacable fue una intensa (y larga) partida al juego de mesa de Starcraft que decidimos dejar en tablas cuando nos dieron las tres de la madrugada. Aún así, fue muy entretenido.