Al final he necesitado otro par de meses de descanso del blog, pero… ¡venga, que hay que mantener esto! La verdad es que he tenido algo de lío con algún que otro proyecto fallido y algo de trabajo de programación web (que no es exactamente lo mio, pero quería complementar mi formación informática), así que tampoco es que haya jugado demasiado…
…a quien voy a engañar. He sacado todo el tiempo posible para jugar a todo esto:
Logré encontrar la versión española del Race for the Galaxy (Galaxia: La conquista en español) a buen precio, así que me hice con ella. Es un juego de cartas que probé hace poco y me encantó, aunque he de reconocer que aún no se jugar demasiado bien. Básicamente es un… solitario-carrera contra los otros jugadores: cada uno gestiona sus planetas intentando encontrar un motor que le proporcione más puntos (y más rápido) que a los demás. A pesar de ser un juego de cartas, hay muy pocas cartas repetidas, lo cual hace complicado ceñirse siempre a una misma estrategia. Jugar bien a este juego significa ser flexible y adaptarse a lo que te va tocando, intentando no obcecarse en una estrategia concreta ya que nada te asegura que vayas a conseguir las cartas necesarias.
Siguiendo con las cartas, he podido jugar varias partidas más al Pathfinder: Adventure Card Game. He probado varias configuraciones de grupo y habría empezado con los mazos de aventuras si no fuera porque también he empezado la campaña de El auge de los señores de las runas, en el juego de rol de mesa normal. De esta campaña, de momento, solo hemos jugado una sesión introductoria, pero ha sido muy entretenida. Definitivamente, los goblins de Pathfinder son básicamente Critters.
Ya que hablo de juegos de rol, he continuado la campaña de ETU (ya hemos pasado navidades y año nuevo, y la trama está empezando a dar señales de que hay cosas que se nos quedan muy grandes aún), y llegué a jugar una primera sesión de Changeling: the lost. Fue una partida muy divertida, en la que casi todos los jugadores son novatillos en esto del rol.
Antes de empezar con los videojuegos, diré que tuve un problema de disco duro y perdí varias de las partidas grabadas que tenía de algunos juegos así que los he abandonado… Me mantengo más o menos fiel a Final Fantasy XIV (aunque según pasa el tiempo veo que la expansión me está decepcionando más y más) y a Pokémon Shuffle como mis «juego-tarea diaria», y estuve aumentando la longitud de mis paseos dedicados a Ingress. Tuve un ataque de fiebre revival y empecé varios juegos de Playstation (de PSX original, la primera) como Chrono Cross, Legend of Mana y Vandal Hearts, pero no los he terminado aún. Volví a empezar una partida en Dragon Age: Inquisition para hacer tiempo hasta que consiga el último DLC, y he probado un poquillo el recién salido Tales of Zestiria… pero poco más. Como podéis ver, me ha dado mucho por los RPGs estos meses. Lo más diferente ha sido el Life is Strange, que me ha parecido una maravilla de juego-historia. No me esperaba para nada un juego con unos temas tan duros como los que te propone, con unos giros de guión que continuamente te dejan con ganas de más. Y con un final precioso y que rivaliza con To the moon en cuanto a lacrimógeno.
Por último, tengo que mencionar el juego que me ha hecho volver a encender la Wii U de forma casi diaria: Super Mario Maker. Me he pasado horas y horas creando y jugando niveles, intentando superar los desafíos creados por una comunidad con mucha mala idea, o simplemente tratando de validar mis propias y terribles creaciones. Intentaré hacer otra entrada específica para este juego dentro de poco, donde también recopilaré los códigos de los niveles que he creado hasta el momento.