Aunque no suelo rechazar una partida al Monopoly, lo hago más por el hecho de jugar con gente antes que por el juego en si. Y es que, al fin y al cabo… ¿cuantas veces he conseguido acabar una partida siguiendo las reglas al pie de la letra?
Muy pocas. El Monopoly es un juego que, si bien a muchos le puede resultar divertido, también tiene algunas decisiones de diseño realmente cuestionables y que restan bastante de la diversión general. Continúa leyendo ¿Jugamos al Monopoly?